A medida que la industria del autotransporte se ha desarrollado, en esa misma medida se ha incrementado la necesidad de optimizar las operaciones y uno de los temas más recurrentes en este rubro es la protección tanto a los operadores como a las mercancías, las unidades y por supuesto a los terceros que, en caso de algún percance puedan resultar agraviados.
Por ello contar con un seguro es no sólo un argumento de amparo, sino un sentido de responsabilidad social y compromiso con la calidad en el servicio, pero sobre todo se convierte en un compromiso con la sociedad en general.
Robos, colisiones, averías, daños a terceros y daño en propiedad ajena, seguros de gastos médicos, servicios de asistencia vial, reparaciones, asistencia legal, servicios de arrastre, soporte técnico, etc. son apenas algunos de los rubros que pueden llegar a cubrir las aseguradoras; el punto fundamental es encontrar el servicio que se ajuste a la perfección a las necesidades de sus operaciones.
La variedad de pólizas y aseguradoras es amplia, sobre todo si de vehículos comerciales se habla, sin embargo a la hora de contratar un servicio de esta índole es necesario poner especial atención en que cumpla a cabalidad con las necesidades actuales del sector.
Y es que si se toma en cuenta que en México la contratación de un seguro (al menos para el transporte público federal) es obligatoria, se convierte en una cuestión urgente tomar una buena decisión.
Comparar a las compañías con base en el tipo de pólizas, coberturas, costos, deducibles y beneficios es apenas el principio para que su negocio marche sobre ruedas. Comience por hacer un balance de sus necesidades reales con las ofertas existentes, para tener como resultado la perfecta protección y apoyo que todo transportista requiere.