Definido como un salvavidas sin igual, el cinturón de seguridad es sin duda una de las incorporaciones que revolucionó la seguridad en los vehículos de todo el mundo. Investigaciones a nivel mundial han señalado que el uso del cinturón es inversamente proporcional a la reducción de las víctimas fatales y lesionadas en caso de un accidente de tránsito. De hecho, según el National Highway Traffic Safety Administration, más del 70% de los pasajeros que sobreviven a accidentes con resultado fatal es debido al uso del cinturón de seguridad. A nivel mundial se considera que una tasa de uso de cinturón de seguridad del 90% evitaría alrededor del 10% de muertes por accidentes de tránsito.
El objetivo primario de los cinturones de seguridad es minimizar los daños en una colisión, impidiendo que el pasajero se golpee con los elementos duros del interior o contra las personas en la fila de asientos anterior, incluso que sea expulsado del vehículo debido al impacto. Actualmente los cinturones de seguridad poseen tensores que aseguran el cuerpo en el momento del impacto mediante un resorte o un disparo (tensor pirotécnico). Por ello se debe colocar lo más cercano al cuerpo, plano y sin dobleces.
Su uso en todo el mundo se ha estandarizado y los reglamentos de tránsito obligan a los conductores a hacer uso del mismo, sin embargo la cultura vial -al menos en México- es incipiente. En la actualidad su incorporación es ineludible, su historia inició en las aeronaves en la década de 1930 y tras años de polémica, su incorporación en automóviles se hizo obligatoria. Así el cinturón de seguridad está considerado como el sistema de seguridad pasiva más efectivo jamás inventado, desbancando a la bolsa de aire, la carrocería deformable o cualquier adelanto técnico descubierto hasta hoy.
Los inicios
Fue hacia la década de 1920 cuando inició el desarrollo de prototipos de esta herramienta, sin embargo no eran específicamente para automóviles, sino para aviones de combate pues se buscaba que con el nuevo dispositivo los pilotos no se salieran de la cabina.
Pasaron casi 30 años para que alguien tuviera la idea de utilizar ese mismo elemento para un objetivo más relacionado con la seguridad, hacia finales de la década de 1940 se concibió al cinturón de seguridad como una herramienta de seguridad, esto de la mente de Preston Tucker, empresario y diseñador de automóviles, amante de los aviones, quien desarrolló un vehículo con los mayores estándares de seguridad conocidos hasta el momento.
Tucker era un fanático de la seguridad y su principal creación, el automóvil Tucker Sedan ‘48 obtuvo dos récords: el vehículo con mayores innovaciones en seguridad y uno de los grandes fracasos de la industria automotriz norteamericana. Empero haberse fabricado sólo 51 unidades, el Tucker conocido también como Torpedo (por su forma de avión a chorro) poseía características nunca antes vistas: cinturones de seguridad abdominales, panel de instrumentos acolchado para amortiguar el impacto en caso de accidentes, frenos a disco, inyección de combustible y vidrios inastillables.
A pesar de ser una de las incorporaciones más innovadoras el cinturón generó una gran controversia ya que en esa época se pensaba (tanto el consumidor como los fabricantes) que si hacía falta un elemento de seguridad para el conductor era porque el vehículo no sería lo suficientemente seguro como para proteger la vida de sus ocupantes.
Luego de este fracaso, pasaron ocho años hasta que el famoso Secretario de Defensa de los Estados Unidos, Robert McNamara introdujera nuevamente el cinturón de seguridad en un vehículo de cuatro ruedas durante su gestión como Director de Ford Motor Company en 1956. La idea tampoco cautivó a los dueños de la compañía por lo que el cinturón se ofreció como elemento opcional en la compra del vehículo.
La evolución
Quien sí tuvo éxito fue el sueco Nils Bohlin, quien trabajaba en Volvo y desarrolló en 1959 el cinturón de seguridad de tres puntos de apoyo, el cual salió a la venta incluido en el Volvo Amazon de ese año. Además de este gran logro Bohlin demostró su eficacia en un estudio de 28 mil accidentes en Suecia. Ocupantes sin cinturón de seguridad sufrieron heridas mortales a lo largo de toda la escala de velocidad, mientras que ninguno de los ocupantes con cinturón fueron fatalmente heridos a velocidades de accidentes por debajo de 60 mph y se le concedió la patente para el dispositivo.
El primer equipamiento de cinturones salió en el Volvo Amazon de 1959 como elemento de serie y tan importante fue la concientización de parte de la compañía y la confianza que tenían hacia Nils que permitieron liberar la patente del diseño para que todos los fabricantes de automóviles pudieran incorporarlo a sus vehículos.
Durante el diseño del modelo definitivo, Nils deliberaba en porqué los pilotos de aviones estaban siempre tan preocupados por su seguridad mientras que los conductores sólo pensaban en el confort. Este pensamiento lo llevó a modelar un tipo de cinturón que no sacrificara la comodidad de los pasajeros ni conductor pero que se convirtiera en un factor fundamental para resguardar su seguridad.
Desde su instalación en vehículos terrestres en 1959 hasta hoy se estima que el cinturón de seguridad de tres puntos ha salvado más de un millón de vidas y cada año evita cerca de 100 mil muertes. Para 1967, fue incluido en los asientos traseros y un año después se integró el cinturón del tercer pasajero trasero central.
A pesar de que el diseño original ha recibido mejoras a lo largo del tiempo, el cinturón de seguridad continúa intacto y es una de las innovaciones más revolucionarias de todos los tiempos.
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