Hablando de mujeres todo terreno en esta edición, hablaremos de Bertha Benz como un símbolo. Mujeres como ella, comprometidas que han contribuido de manera esencial al éxito de sus célebres esposos. Bertha Ringer contrajo matrimonio a los 23 años con Karl Benz, quien con su fe inamovible contribuyo al éxito de su esposo. Durante su noviazgo, cuando Karl Benz se vio inmerso en una situación económica prácticamente desesperada por culpa de su socio August Ritter, Bertha Benz tomó sin vacilar una generosa decisión de importancia crucial para la trayectoria de su prometido y pide que le anticiparan su dote. La suma bastó a Benz para saldar sus deudas y pagar a su socio, lo que le permitiría en adelante tomar decisiones por sí mismo y es así como hasta hoy en día la empresa Benz & Co. denominada así en ese tiempo existe.
Bertha Ringer nació el 3 de mayo de 1849 en Pforzheim, Alemania; contrajo matrimonio con Karl Benz el 20 de julio de 1872, a la edad de 23 años. Dotada de una gran fuerza de voluntad Bertha Benz proporciona al genial inventor y proyectista el apoyo necesario para continuar su tarea en las horas difíciles, tras duros reveses, cuando le asaltaban las dudas sobre el valor de la obra a la que estaba dedicando su vida. Gracias a su firme optimismo y a su capacidad para analizar las situaciones difíciles, siempre fue capaz de encontrar una solución a los problemas.
Bertha Benz fue la inspiración de Karl Benz, además de su fuerza y decisión y fue el 29 de enero de 1886 que Karl Benz solicita la patente de su «vehículo accionado por motor de gas» de tres ruedas. Bertha Benz también contribuye de forma decisiva a la consecución de este éxito tan importante para el mundo de la movilidad. La patente DRP 37435 está considerada como la partida de nacimiento del automóvil.
Sin embargo la confianza de Karl Benz decae porque el publico no confiaba en el funcionamiento de sus vehículos y se ve acosado por una incertidumbre de carácter depresivo, y es nuevamente Bertha Benz, que sin vacilar da con la solución del problema y realiza el primer viaje publicitario: “la primera mujer al volante”, y convencida de que había que mostrar de forma práctica y rápida a la opinión publica las aptitudes del auto motorizado de Karl Benz, y así sin que se entere su marido emprende su viaje publicitario en agosto de 1888.
Así en compañía de sus dos hijos Eugen y Richard, conduce un coche de tres ruedas inventado por Karl Benz desde Mannheim hasta Pforzheim. Al atardecer, el osado trío llega sano y salvo a su destino y envía un telegrama a Karl Benz para comunicarle…
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