La marca de componentes para sistemas diésel con sede principal en Wisconsin, que nace en el 2002 gracias a la distribución exclusiva de inyectores nuevos HEUI (Hydraulic/Electronic Unit Injector) para motores Navistar y Powerstroke, es ampliamente conocida por la calidad que ofrecen sus productos; demostrado en el porcentaje anual de garantías de menos del 1% en el total de partes vendidas.
La compañía es consciente de la evolución de los sistemas diésel y por esta razón el departamento de Desarrollo de Productos en un trabajo conjunto con el Departamento Técnico, están en una búsqueda permanente de productos que amplíen la oferta de partes con calidad OEM. Por esta razón lo que en sus inicios era una oferta limitada de 20 números de parte, se ha ampliado a más de 450 números de parte en el catálogo del 2018.
Como parte de los últimos lanzamientos, Alliant Power ha ingresado en el mercado de los aditivos por medio de Lubriguard; el tratamiento para combustible diésel que aumenta el Cetano, para dar mayor potencia y en consecuencia mejorar la economía de combustible entre 4% y 8 % según pruebas de campo. Sumado a lo anterior sus componentes separan el agua por demulsificación, aumentando el tamaño de las moléculas de agua presentes en el combustible, antes que pasen por el filtro para que no ingresen al motor y de esta manera aumentar la duración de los componentes del sistema de combustible.
En la línea de inyectores Alliant Power continua con los ya conocidos G2.8 y G2.9, pero similar a los HEUI, desde el 2017 la compañía se convirtió en el distribuidor exclusivo de estos inyectores nuevos OEM. Siguiendo las tendencias actuales, recientemente ha lanzado al mercado los inyectores remanufacturados para sistemas de riel común con el fin de que los usuarios finales puedan tener una alternativa de menor costo y alta calidad en comparación con el fabricante original.
Así es como Alliant Power, demuestra que es una compañía que se renueva para generar una oferta de valor a distribuidores, flotillas y clientes finales.