“Los beneficios no son para el transportista, no son para la industria automotriz, son para toda la sociedad en términos de salud pública y seguridad vial”, M. Elizalde.
Extensión de Euro V/EPA 07 es una buena noticia para la sociedad en general , tras la definición de la extensión de la vigencia de la normativa en emisiones Euro V / EPA 07 hecha por el Comité Consultivo de Normalización de Medio Ambiente (COMARNAT) presidido por la SEMARNAT, se pone de manifiesto la realidad que vivimos, en la que por supuesto se destaca la emergencia sanitaria y claro, la disponibilidad de diésel Ultra Bajo Azufre (UBA); ante este panorama nos entrevistamos con Miguel Elizalde Lizárraga, Presidente Ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT) quien nos esclarece los puntos principales de esta convivencia tecnológica y su implicación en la tan urgente renovación de la flota.
“Con esta aprobación por parte de la COMARNAT se reconoce la afectación que se tuvo en la cadena del autotransporte derivado de la pandemia, pero también en la reunión que sostuvimos se tocó el tema de la disponibilidad del diésel de UBA puesto que se han otorgado autorizaciones a Pemex para que continúe abasteciendo diésel regular y debemos tomar en cuenta que Pemex está obligado hasta el año 2025 a tener diésel UBA en todo el país.
Destaquemos que los vehículos más contaminantes son los vehículos más antiguos, sucede que sólo vemos el último cambio de la tecnología de emisiones vigente, pero no tomamos en cuenta que la edad promedio de la flota en México es de 19 años, tan sólo en carga, hablamos de vehículos EPA 98 o anteriores, en este sentido como industria reconocemos la labor de SEMARNAT, sabemos que no fue una decisión fácil pero no tenemos duda de que se está ajustando a la realidad energética del país y esto va a permitir que paulatinamente se dé la renovación vehicular con mejores oportunidades para las micro y pequeñas empresas”, señala el representante de los productores.
Tras este anuncio la Comisión Reguladora de Energía (CRE) está revisando la Norma 016 de calidad de los petrolíferos y es probable que sufra modificaciones, por lo pronto Elizalde Lizárraga define como favorable la extensión de la vigencia del Euro V / EPA 07 hasta el 31 de diciembre de 2021, lo que va a permitir continuar con la renovación vehicular. Además, se permitirá la convivencia con el siguiente binomio Euro VI / EPA10, “así el transportista que pueda garantizar su abasto de diésel UBA podrá acceder a las nuevas tecnologías, caso contrario podrá seguir operando con el diésel disponible.
Creemos como industria automotriz de vehículos pesados para el autotransporte que esta decisión va a ayudar a la renovación de la flota y con ello a reducir las emisiones, elevar la seguridad vial, reducción del consumo de combustible, además la sociedad contará con un mejor servicio de transporte y con unidades más productivas y menos contaminantes. Es tiempo de que la sociedad, autoridades e industria concentremos nuestros esfuerzos en tener una flota más joven, porque con ello ganamos todos”.
Imposible conseguir sustentabilidad sin rentabilidad
A decir de nuestro entrevistado los vehículos destinados al autotransporte tanto de carga como de pasaje tienen que ser rentables, pues de lo contrario los empresarios no pueden soportar la operación y mucho menos renovar sus flotas, en resumen, es imposible conseguir sustentabilidad sin rentabilidad. “Una vez que se tengan los combustibles adecuados, esto va a acercar más la renovación vehicular, lo ideal sería tener: incentivos verdes -que se reflejen en el presupuesto de egresos o de ingresos-. Es importante subrayar que la renovación vehicular no se da por norma, es un tema muy complejo de abordar, teniendo en cuenta los retos a los que se enfrenta el hombre-camión, entre ellos robos en carretera, incremento en el precio de los combustibles, tipo de cambio, disponibilidad de diésel UBA, etc.”.
En opinión del Presidente Ejecutivo de la ANPACT el siguiente paso es poner al alcance de los micro y pequeños empresarios incentivos y crecer los esquemas de financiamiento flexibles que ya se tienen a través de SCT con Nacional Financiera. Además de que se otorguen recursos nuevos para impulsar la renovación de la flota. Con lo que no sólo se apoyaría a los empresarios, sino que se estaría beneficiando a toda la sociedad porque se reducen emisiones contaminantes, se mejora la seguridad vial, además de tener mayor calidad en el servicio y la atención a los usuarios de transporte, tanto de carga y pasaje.
Escenario ideal
En México y en general en Latinoamérica se tiene una flota antigua que va de los 17 a los 20 años, en términos prácticos en el país deberíamos reducir al menos en 10 años esta antigüedad, pasar de los 19 al menos a 9 años. Para lograrlo necesitaríamos pasar de las 38 mil unidades que se reemplazan anualmente a 70 mil por año, esto podría ser viable mediante el ordenamiento en la importación de vehículos chatarra -por cada 100 vehículos nuevos que se venden en México, entran al país entre 25 y 30 unidades adicionales usadas-. Para ello es necesario impulsar una norma de dispositivos de seguridad que cumplan tanto los vehículos nuevos como los vehículos que se importen. En segundo lugar, nuestro entrevistado subraya la necesidad de contar con financiamientos flexibles especialmente para el micro y pequeño empresario que no es sujeto de crédito.
Como tercer punto, la creación de incentivos verdes y finalmente el cumplimiento y la consecuente supervisión de las normas tanto de condiciones físico- mecánicas como de condiciones ambientales. El directivo de la ANPACT apunta a que si se sacan de circulación vehículos viejos y a la par se introducen nuevos, en un lapso de 10 años podría reducirse la edad de la flota a 9 años en promedio.
TE PUEDE INTERESAR: Actualización Normativa 2020
El peor escenario
De no darse las condiciones para una renovación paulatina de la flota nacional las afectaciones no se harían esperar, en opinión de Miguel Elizalde la primera repercusión sería el incremento de la edad de los vehículos, seguido de un mayor consumo de combustible, mayores emisiones y afectaciones a la seguridad vial, derivando en la irregularidad y la competencia desleal tanto en autotransporte de carga como de pasaje. “Podríamos decir que es una cadena totalmente negativa que podemos contrarrestar con recursos y apoyos para la renovación vehicular, también tieniendo una supervisión efectiva y dándole una salida digna a los vehículos obsoletos y sobre todo cuidar el patrimonio de la micro y pequeña empresa. Obviamente los beneficios no son para el transportista, no son para la industria automotriz, son para toda la sociedad en términos de salud pública y seguridad vial”.
