Todavía hay demasiados accidentes laborales en el sector agrícola, cada año en Italia, se producen entre 100 y 150 accidentes mortales en los campos, en la UE 500. Y las cifras están subestimadas. Las máquinas de nueva generación pueden reducirlos significativamente, pero también es necesaria una inversión en formación. Los sistemas ergonómicos también previenen otros daños a la salud: el 60 por ciento de los trabajadores agrícolas tienen una enfermedad crónica incapacitante.
Cada año en los países de la UE se producen 500 accidentes mortales en los campos, en Italia hay entre 100 y 150, de un total de 30 mil accidentes. «Y los números están decididamente subestimados», advierte Massimo Cecchini, profesor de mecánica agrícola en la Universidad de Tuscia. “Las nuevas tecnologías y la maquinaria de nueva generación pueden ayudar a reducirlos significativamente, pero es necesaria una fuerte inversión en formación”. Una vez más, el sector agrícola se ha confirmado como uno de los más riesgosos, según se desprende del encuentro ‘El futuro de la seguridad y salud en el trabajo en la agricultura y la silvicultura’, promovido por la Universidad de Tuscia en Eima, el salón mundial de maquinaria agrícola actualmente teniendo lugar en los pabellones de BolognaFiere, como parte del calendario de eventos del Eima Campus. Entre las principales causas de muerte se encuentran el vuelco del tractor, la caída de un árbol o techo, traumatismo en el equipo, ahogamiento o asfixia. El problema no son sólo las lesiones sino también las enfermedades. Las repercusiones del trabajo en el campo sobre la salud de los agricultores son muy fuertes: el 60 por ciento padece enfermedades crónicas incapacitantes. En Europa, las quejas más comunes de los trabajadores agrícolas son las del sistema musculoesquelético, que podrían prevenirse eficazmente mediante sistemas ergonómicos como los que se instalan en las máquinas nuevas. El dolor de espalda afecta al 57 por ciento de los agricultores, mientras que el 45 por ciento se queja de dolor en las extremidades superiores y el 20 por ciento está expuesto a la contaminación acústica, debido al ruido por encima de los niveles de advertencia. «No debemos olvidar -continúa Cecchini- que los agricultores también están expuestos al riesgo de sustancias peligrosas para la salud humana, como pesticidas, fertilizantes y medicamentos veterinarios. La fuerte tendencia hacia el desarrollo de granjas inteligentes, modernas, tecnológicas y digitalizadas , la reducción del trabajo manual puede reducir potencialmente todos estos peligros. Sin embargo, esto siempre que la formación adecuada vaya acompañada de mejores procesos de gestión de la seguridad. Un obstáculo para la difusión de nuevas tecnologías que funcionan mejor para la seguridad de los trabajadores es también su alto costo: las pequeñas y medianas explotaciones del sector, que forman la columna vertebral del sistema agrícola nacional, a menudo no son capaces de absorberlos.Un problema es, sin duda, la elevada edad media de los agricultores, pero también el peligro de contraer enfermedades provocadas por insectos y plagas. El cambio climático también afecta negativamente a la salud de los trabajadores, entre los cuales, como explica Cecchini, “hay un aumento del cáncer de piel”.
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