Electromovilidad en Latinoamérica ¿Un camino viable sin infraestructura?, uno de los mayores desafíos que enfrenta la electromovilidad en Latinoamérica, es ¿cómo superar la coyuntura existente de una mala infraestructura eléctrica? La generación y distribución por más que haya aumentado en los últimos años sigue siendo deficitaria y no alcanza para todos. Lo cierto es que en los últimos años la electricidad parece ser el futuro del transporte. La pregunta del millón sería ¿Latinoamérica, es igual a Europa o Estados Unidos en desarrollo eléctrico? Muchos que impulsan la electromovilidad en nuestra legión, es probable que no conozcan profundamente lo que ocurre con la electricidad en Latino américa.
Los datos sobre el déficit de energía eléctrica ponen en jaque a la electromovilidad, para ser el motor de desarrollo de los futuros camiones y buses en esta parte del mundo. Esto no es lo que se ve en las exposiciones, parece ser todo lo contrario, con una variada paleta de nuevos vehículos eléctricos que se exhiben en cada muestra. No hay fabricante que en los últimos 5 años que no exponga algún producto eléctrico en cada exposición. Un informe del banco mundial establece que en el mundo del siglo XXI hay un déficit de casi 800 millones de hogares que no reciben luz eléctrica. Con esta realidad global, se está seguro de no caer en una sobre carga eléctrica en el sistema de infraestructura eléctrica. Un informe de la universidad de Stanford de este mismo año, menciona de la alta posibilidad que se produzca una sobra carga, cuando se quieran conectar a cargar los vehículos eléctricos s la Red. Lo más probable es que colapse por falta de infraestructura suficiente y porque no también de la generación. A esta realidad sumémosle la crisis energética generada por la guerra entre Rusia y Ucrania, que ha dejado al descubierto la crítica situación de la generación eléctrica en Europa. Entonces de que electrificación se habla…
Si ahondamos un poco más sobre el tema, nos daremos cuenta que estamos hablando de una irrealidad, por ahora, cuando creemos que la electricidad dominara el mundo del transporte.
Es más, 2400 millones de personas aún cocinan con combustibles que son perjudiciales para su salud y para el medio ambiente. Al ritmo de avance actual, 670 millones de personas seguirán sin tener electricidad para 2030, es decir, 10 millones más que lo proyectado el año pasado. Según datos del Banco Mundial. Y a ello hay que sumarle que casi el 63% de la energía generada es termoeléctrica, es decir con combustibles fósiles.
Ahora bien pese a que la generación de energía se duplica en países como Brasil o Chile, de esta región, todavía estamos lejos de asegurar la sufriente energía renovable para cargar las baterías de camiones y buses. Salvo Brasil cuya mayor generación es renovable mediante la energía hidroeléctrica, no así el resto de Latinoamérica. Y esto es un verdadero problema, que no se muestra y del que no se habla. Ya que es necesario para cerrar el círculo virtuoso de emisiones cero, generar energía sin contaminar. Entonces como generaremos la energía requerida para cargar centenares o miles de baterías de alta densidad ósea con alta capacidad de almacenaje energético.
Alguien se preguntó, como afectara a nuestras vidas cuando todo sea eléctrico. Podremos dar abasto a surtir de energía nuestros hogares, nuestras computadoras, celulares, TV, etc. sumándole a ello los vehículos eléctricos. Muchos piensan que en Latinoamérica los camiones eléctricos y buses evolucionaran como en el viejo continentes, lamentablemente le decimos que no, por mucho tiempo, ya que las matrices energéticas son diferentes y variadas, algo que no ocurre en Europa. Un claro ejemplo no disponen de gas natural, tiene poco Biodiesel, ni los recursos necesarios para generan biogás, entre otros. Por eso no le queda otro camino que el electico. Latinoamérica tiene muchos recursos, que permitirá el uso por mucho tiempo de motores de combustión interna. Así como el alcohol, el biodiesel, el gas natural comprimido, el gas natural licuado y el alcohol, serán suficientes para impulsar vehículos con muy baja contaminación. Y a ello hay que sumarle los diésel sintéticos y el HVO. Entonces porque todos los fabricantes se esmeran en exponer o mostrar el las exposiciones sus productos eléctricos en Latinoamérica, muy sencillo, puro marketing… Para pertenecer a un grupo hay que mostrarse y eso es lo que hacen los fabricantes. Ahora de ahí a la realidad de todos los días hay una distancia como de la tierra a la luna.
Me pregunto, los gobiernos locales con los graves problemas económicos que tienen, con inflación, con una caída de la economía como consecuencia del Covid, están en condiciones de invertir en una red de generación y suministro eléctrico para los vehículos eléctricos, cuando todavía sus gobiernos no logran satisfacer las necesidades básicas de millones de personas en la región de Latinoamérica. No nos confundamos y nos dejemos engañar por una tecnología que no es para nuestra región. Si tuviéramos que analizar quienes están más en condiciones de tener energía eléctrica para impulsar sus vehículos, podríamos decir que Chile o Uruguay serían los que están en mejor posición, ya que para ellos, es imperioso sustituir su dependencia del petróleo importado. Ahora el resto de américa está en esas condiciones, NO. Entones haciendo un análisis frio de la situación, creemos que para Latinoamérica el camión eléctrico y el bus eléctrico es una expresión de deseo, habrá circulando algunas cientos de unidades, trabajando para empresas que requieren de un imagen verde y que deben cumplir con la disminución de huella de carbono, pero el resto seguirá apostando por los motores de combustión interna con combustibles que estén al alcance de la mano y que sean menos perjudiciales para el medio ambiente. Y más en un continente con distancias que duplican o triplican a las europeas.
El resto es pura expresión de deseo, nadie invertirá, ni gobiernos ni privados, en una tecnología que no le asegurará el 100% de aprovisionamiento de energía. Igualmente los costos de una inversión multi millonaria, creemos que no está dispuesta a ser invertida por gobiernos que ven día a día como su recaudación se diluye por los problemas económicos de la región. Y no nos olvidemos de algo, Scania uno de los grandes del Grupo Traton, apuesta por el Gas principalmente de la región como sustituto del diésel, por algo lo están llevando adelante. Lo mismo ocurre con Iveco, que apuesta por sus camiones y buses Natural Power. Recordemos que esta región del mundo es una de la más ricas en recursos de gas.
Ya lo dijo el Pte. de Scania, aunque Europa va hacia el camino de la electricidad, pero Latinoamérica no.
Es más, como harán las naciones más atrasadas como las africanas, las de Latinoamérica y las de Asia para saltar del motor de combustión interna a un eléctrico. Y más, quien pagará el costo extra de estos vehículos que serán más costosos que uno de combustión interna, por más que se abaraten los componentes con una mayor producción a escala. Y también quien invertirá en una unidad que agitada sus baterías tiene valor residual cero, cuando los costos de las materias representan la mitad o más de su valor. Y Finalmente, aunque el presidente del Volvo latin América, Wilson Lirmann, esté convencido de que Brasil puede recibir unidades eléctricas y hacer de este mercado un potencial desarrollo de estos camiones. Puede ser lo contrario, ya que el futuro no será eléctrico en esta región del mundo, por un buen tiempo. Es lo que también hemos rescatado de Expotransporte hablando más profundamente del futuro de los eléctricos, muchos se mostraron cautos, esperando que realizarían los gobiernos de la región para mejorar el suministro de energía.
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Finalmente “Llevar FM Electric a Brasil es un hito importante en nuestro compromiso con el transporte libre de combustibles fósiles. La electrificación del transporte de carga por camiones pesados ya es una solución viable en Europa y pronto lo será también aquí”, dice Wilson Lirmann, presidente de Volvo Latin América Group… . será una expresión de deseo o una realidad en el futuro… se verá…