En una reciente encuesta que Motor a Diésel ha realizado en Argentina y Brasil, hablando con transportistas de estos países, vemos que no les interesa para nada el tema de contaminación o emisiones.
A los transportes latinos no les importa contaminar…, una plataforma de cargas de Argentina, AvanCargo, emitó un informe de emisiones de CO2, en relación con datos del 2022. Este informe, que tiene características interesantes, refleja una realidad. A los transportes que circulan por Latinoamérica, lo que menos les interesa es saber si contaminan o no. Esto es una clara realidad que va de la mano de falta de control de parte de los estados, de falta de una política al respecto y de la situación económica que atraviesa Latinoamérica, donde las cuestiones de emisiones pasan al último lugar. Un solo ejemplo basta, compran camiones euro 5/6 y los modifican para no usar urea y no solo eso, la mayoría de los camiones que se venden Euro 5 los hacen funcionar con Diésel común, algo que no está permitido por el fabricante.
En una reciente encuesta que Motor a Diésel ha realizado en Argentina y Brasil, hablando con transportistas de estos países, vemos que no les interesa para nada el tema contaminación o emisiones, ellos ven, en primer lugar, conseguir carga para transportar, pago, precio del diésel y costo de los fletes. Como siempre decimos, Latinoamérica no es Europa, ni América del Norte, donde la problemática de la contaminación se ve como tal. Aquí contaminar no cuenta, ya que nunca hemos estado educados para ello.
En promedio, la flota de camiones de Latinoamérica es uno de los más viejos del mundo, con edades promedios de más de 20 años. Lo que nos demuestra que hay muchos camiones viejos en este momento circulando y emitiendo CO2 y Nox. A este se le suma que cuando un Latino va a comprar un camión, lo que menos le interesa es ver si contamina o no, ven su precio, forma de pago, disponibilidad, servicio, postventa, etc. Por lo que este análisis nos muestra la necesidad de realizar una mayor concientización sobre la problemática de la contaminación. En especial del transporte terrestre, que se calcula que sea el responsable del 30% de los gases que se emiten al medio ambiente.
Que nos dice AvanCargo
AvanCargo es una plataforma digital que se dedica a gestionar carga para el transporte en Argentina. Y ha implementado un servicio para que se pueda medir las emisiones de CO2 de cada camión que integra la flota. El transporte de carga es una de las actividades productivas de mayor generación de gases de efecto invernadero y en Argentina, pese a que un 7 % de los transportistas de carga está dispuesto a reportar datos de eficiencia en el consumo de combustible de sus viajes para medir sus emisiones de carbono, solo el 15% admitió que lleva la cuenta o lo reporta de algún modo. Esta baja trazabilidad se debe a la falta de herramientas sencillas de medición.
Los porcentajes emergen del primer Reporte Semestral de Sustentabilidad en el Transporte de Cargas Terrestres 2022, llevado adelante por AvanCargo, la plataforma de logística 3.0 que une a dadores de carga con transportistas para transformar la industria, la gestión de llevar y traer mercaderías.
El sistema para medir la huella de carbono que implementó AvanCargo, en este caso para sus clientes on demand y SaaS, permite pasar de mediciones manuales a un modelo automático.
“Según nuestro Reporte Semestral, encontramos que hay una relación directa entre el tamaño de una empresa y la posibilidad de llevar conteo de datos y esto es por el esfuerzo manual que requiere la carga”, explica Pablo Mendonça Paz, cofundador y CMO de AvanCargo. A medida que las empresas crecen en tamaño, el análisis de la huella de carbono se vuelve más difícil, dado que el conteo se hace, en general, de manera analógica o sin automatizaciones, complicando su implementación. El sistema se apoya sobre una calculadora para registrar las emisiones de huella de carbono. Es parte de un mecanismo de medición aceptado por la industria en el que se calcula la capacidad de carga del camión, la cantidad cargada, los kilómetros del trayecto y el factor de emisión. Este resultado es posible gracias a que la plataforma está integrada por APIs con distintas fuentes de información y, al ingresar la patente del camión y acoplado, se puede calcular la capacidad de carga de ese equipo para cada viaje en particular.
Las últimas mediciones de las operaciones on demand de AvanCargo -alrededor de 300 viajes- registraron un volumen de emisión de 145.000 kg de CO2 durante los últimos tres meses. “Nuestra particularidad es que somos la primera compañía que mide la huella de carbono de camiones, que no son propios, sino de terceros. Otras empresas, cuyo volumen de movimiento es demasiado grande, pierden de vista esos registros porque deben hacerlo de manera manual y dependen de choferes, que no son colaboradores propios, para reportar datos de consumo de combustible y kilómetros recorridos. Con la plataforma digital de AvanCargo, con solo asignar las patentes y definir el origen y destino del viaje, es posible obtener el nivel de emisiones de forma automática”, cuenta Mendonça Paz. Además, el sistema permite generar reportes del impacto de CO2 del total de las operaciones.
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Proyectos de impacto
Medir el impacto de nuestro negocio, nos ayuda a responder a la pregunta ¿cómo puede una empresa de logística lograr contribuciones a la lucha contra el cambio climático? Una solución al problema son las acciones de mitigación que pueden estar relacionadas con: evitar la vacancia del transporte de carga – la cual asciende a 37% en nuestro país -; la capacitación en cuestiones de manejo o una mejora en la aerodinámica de los rodados, entre otros. El próximo paso en materia de desarrollo sostenible por parte de Avancargo permitirá a las empresas realizar acciones de mitigación y compensación unida a la generación de GEI (gases de efecto invernadero). La aplicación habilitará a las empresas- incluso para aquellas que ya miden indicadores de eficiencia-, realizar acciones concretas que les permitan reducir la huella de carbono y, en breve, lograr modelos de compensación hasta alcanzar viajes carbono neutrales.
