Aun cuando las modificaciones a la NOM-012 han incentivado la reducción de los accidentes carreteros falta mucho camino por recorrer en cuanto a legislación y aplicación.
Sabemos que el autotransporte es uno de los más importantes sectores para la economía mexicana por ello su sano desarrollo es trascendente no sólo para los involucrados, sino para la sociedad en general; a 6 meses de la reducción del máximo permitido para los tractocamiones tanto sencillos como doblemente articulados las opiniones continúan dividiéndose. Lo cierto es que robustecer no sólo las normas, sino la vigilancia para su aplicación es inaplazable, pero uno de los factores más importantes para su éxito o fracaso en la aplicación llana de la ley por parte de las empresas transportistas, los operadores y por supuesto los usuarios de estos medios.
De lo contario las medidas tomadas por las Asociaciones, Autoridades, Cámaras, Empresas, Operadores, Investigadores y la sociedad no rendirán frutos.
Muchas son las dudas que no se disipan aún con respecto a la eficacia de las medidas tomadas por las autoridades, por ejemplo la anulación del segundo Transitorio de la NOM-012, que autorizaba un peso adicional de 4.5 toneladas.
«Se autoriza a las configuraciones vehiculares tipo T3-S2-R4 y T3-S2-R3, circular exclusivamente en caminos tipo ‘ET’ y ‘A’, con un peso adicional de 4.5 toneladas al peso bruto vehicular máximo de acuerdo a lo dispuesto en el numeral 6.1.2.2, por un período de 5 años».
A esta medida preventiva se le sumó la verificación y renovación de los certificados de condiciones Físico-mecánicas tanto para remolques, semirremolques, tractocamiones y convertidores, la instalación de nuevas básculas para monitorear los pesos y el robustecimiento de la plantilla de inspectores.
Así mismo se urgió a un equilibrio entre las dinámicas de operación del autotransporte mexicano y del canadiense o norteamericano proponiendo una importante reducción del peso de carga pues alarmantemente nuestro país permitía hasta un doble de carga que los países más desarrollados.
La efectividad de este conjunto de gestiones aún no se vislumbra completamente, sin embargo es indudable que con estas acciones se han puesto nuevamente en la mira las necesidades del sector autotransporte en materia de legislación y aplicación de las misma, en palabras del Coordinador General del Consejo Mexicano del Transporte (CMET), José Refugio Muñoz las medidas hasta hora adoptadas han propiciado un cambio en la mentalidad y acción de muchos actores del sector.
«La gran preocupación que había hace casi 6 meses se solventó con la suspensión del artículo 4° transitorio de la Norma de Pesos y Dimensiones que llevó a que los camiones doblemente articulados mejor conocidos como fulles redujeran su sobrepeso en 4.5 toneladas; a raíz de esto se especuló que iba a escasear el transporte y que los transportistas no íbamos a poder atender la demanda que se iba a originar por esta reducción (de solamente 4.5 toneladas en un full de 80 toneladas). Desde luego atendimos con suficiencia la demanda y no sólo la atendimos sigue habiendo sobreoferta de equipo».
«Disminuyeron los accidentes y si hubo beneficios en términos de seguridad y en la conservación de las carreteras y también los transportistas tuvimos beneficios porque se ahorra en mantenimiento y en combustible».
