A 10 años de su anuncio oficial, el programa de chatarrización aún se encuentra en una etapa de desarrollo pues se ha visto afectado por diversos factores entre los que se encuentran el precio de los vehículos nuevos, el tipo de incentivos que se ofrecen a cambio de las unidades y los financiamientos poco alcanzables para los hombres camión.
Lo que es cierto es que en el país no se había visto algo similar, pues este programa involucró tanto a los productores de vehículos pesados, el Gobierno Federal a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, los transportistas del país, la red de concesionarios de las armadoras, diversas asociaciones de autotransporte, que todos unidos dieron vida a este gran esfuerzo de modernización del parque vehicular.
Si bien el Programa de Chatarrización no es perfecto, si es perfectible, hará falta una reestructuración y cumplir al 100% con el proceso de destrucción y reciclaje de manera que no existan huecos que permitan a unidades antiguas continuar rodando, al respecto Motor a Diesel tuvo la oportunidad de charlar con Alberto Martínez, Gerente de Catolsa Planta Toluca, uno de los 13 Centros de Destrucción autorizados en México.
Motor a Diesel: ¿Quién es Catolsa?
Alberto Martínez: Es una compañía de reciente creación, aunque ya tenemos mas de 10 años de experiencia en la compraventa de chatarra y desperdicios industriales, nos especializamos en vehículos a partir del 2010 y tenemos ya el permiso del SAT para ser un Centro de Servicio Autorizado, contamos con el personal, la maquinaria y todos los medios requeridos por la autoridad y nuestros clientes con la finalidad de poder brindar el mejor servicio.
Además somos la única empresa en este sector que está acreditada con ISO 9001.
Motor a Diesel: ¿Qué tipo de unidades chatarrizan?
Alberto Martínez: Manejamos varios tipos de programas actualmente estamos destruyendo cerca del 60% de los depósitos del Estado de México, pero también nos dedicamos a la destrucción de unidades de autotransporte federal tanto de carga como de pasaje y cualquier tipo de materiales, especialmente ferrosos.
Motor a Diesel: ¿Cuántas unidades están chatarrizando mensualmente?
Alberto Martínez: Desafortunadamente el mercado en temas de chatarrización ha bajado bastante, sobre todo porque los transportistas piensan que el incentivo es muy poco y las unidades cada vez son mas caras, por ello nosotros hablaríamos de entre 30 y 40 unidades que entran al Centro al mes.
Motor a Diesel: En su opinión ¿cuál es el éxito que ha tenido el programa?
Alberto Martínez: En este punto tenemos que ser honestos, quienes han aprovechado el programa son las empresas grandes, el hombre camión se ha quedado un poco desfasado en este sentido ¿porqué? Porque el hombre camión es el que vive de la misma unidad y realmente los costos de las unidades son elevados y por supuesto de su unidad debe solventar muchos gastos sustentar a su familia, los consumos propios de la unidad y el pago de las letras; esto se convierte en una actividad difícil.
Yo creo que valdría la pena que se renovara o incentivara un poco más el aspecto económico sobre todo al momento de aplicar el estímulo económico y también cabría reajustar los requisitos para un financiamiento porque no todos los hombres camión son sujetos de crédito; esto es parte de los aspectos que le han pegado al programa, además de los topes de antigüedad.
Motor a Diesel: ¿En qué manera influye en el éxito del programa la reutilización de refacciones provenientes de los centros de chatarrización?
Desafortunadamente debemos de tener conciencia de que no todas las empresas trabajamos de la misma manera, ya somos tantos y la apertura fue tal que ciertamente hay competencias desleales y hay empresas que se dedican más a la comercialización de refacciones; y este es el punto en donde le van pegando al programa, nosotros somos una empresa seria y nos encargamos de hacer destrucción al 100% de las unidades porque para nosotros no tiene ningún fin sacar partes de unidades que ya cumplieron su vida útil.
Porque al accionar de esta manera arriesgas la seguridad de todos los que están afuera y tenemos que ver un factor muy importante y es que mientras el transportista siga consiguiendo refacciones aunque sean usadas o viejas la unidad va a seguir rodando, en el momento en que le cueste trabajo conseguir las partes en ese momento deja la unidad y empieza optar por programas de renovación del parque vehicular.