Los lubricantes son mucho más importantes de lo que uno podría imaginar. Podríamos definirlos como la sangre del motor, por lo que el buen cuidado y funcionamiento del mismo depende del estado y calidad del lubricante. Al igual que ocurre con nuestra sangre en el cuerpo.
Es por esta razón que los operadores debería tener más cuidado sobre los mismos y tratar, en lo posible, de apostar por las nuevas tecnologías que benefician aún más al motor. Los últimos avances en el funcionamiento de los motores han sido un desafío para los aceites que deben cumplir con un sinnúmero de tareas en el motor. Primeramente y como lo dice su identificación, lubricar las partes en movimiento para que no entren en contacto las partes metálicas. También y no menos importantes el reducir la temperatura de las partes críticas del motor, como lo es el pistón o émbolo de los motores que son enfriados por chorros de aceite que son enviados desde el cárter del motor.
También los aceites son responsables y parte necesaria en el funcionamiento de elementos hidráulicos o electrohidráulicos de los motores, como los nuevos inyectores de combustible HEUI. Y como frutilla del postre, también son los responsables de la vida de los catalizadores y de los turbo compresores, dos elementos de muy alto costo y que sólo pueden sobrevivir con lubricantes de muy alta calidad.
También las nuevas normas en materia de emisiones han impulsado el desarrollo de nuevos lubricantes que deben cumplir la misión de aportar soluciones al uso de combustibles de ultra bajo azufre (UBA), por lo que su lubricación debe tener un plus. Y desde hace unos años, deben estar adaptados al uso de combustibles alternativos como el gas o en biodiesel.
Debemos saber que los motores de nueva concepción. Primeramente trabajan a menor número de RPM, con combustibles de bajo contenido de azufre y a alta temperatura. Para poder así cumplir con las normas de contaminación, que exigen también, que los mismos estén sobre cargados, así como con sistemas que restringen la salida de gases de escape. Todo ello hace que los aceites de motor deban cumplir con múltiples especificaciones. Y es por ello que los fabricantes a los efectos de que sus motores funcionen de una manera óptima, y sin inconvenientes, certifican con sus propias normas los aceites de motor.
Estos aceites deben cumplir con las especificaciones del fabricante, ya que la complejidad del motor así lo requiere. Por esta razón es que existen las normas Volvo, Renault, Mack, Scania, ect. Que certifican la funcionalidad optima del motor, así como la calidad, vida útil y drenaje del aceite. De este modo nacen los aceites específicos que dominarán el mundo a partir de ahora. Ya no se puede hablar de un aceite genérico y que cumplan con las normas SAE o ACEA tanto de América como de Europa. Ahora los fabricantes de motores para camión, son los que determinan el blender o mezcla y aditivos que se deben utilizar. Igualmente estamos entrando poco a poco en el mundo sintético, aceites de ultra alta resistencia que también tienen la importante misión de reducir el consumo de combustible. Esto gracias a que reducen la fricción generada por el propio lubricante y de las partes mecánicas. Estos aceites también sirven para el uso de diversos tipos de combustible, permitiendo que una flota de camiones utilice el mismo tipo de aceite.
Pero más recientemente encontramos la nano tecnología que se está aplicando a los aceites de última generación, que permite reducir de manera notable la fricción. Esto reduce el desgaste, baja la temperatura de funcionamiento y alarga la vida de los aceites y del motor. Esta nueva línea de aditivos, está dando forma a los nuevos lubricantes que ya se encuentra en el mercado. Empresas como Shell, Chevron, ExxonMobil, Motul, etc. están utilizando esta tecnología, que revolucionará el mundo del aceite, tal como ocurrió en su momento, con la aparición de las moléculas de ésteres, derivadas de los aceites vegetales y que dieron origen a los mejores aceites sintéticos de la historia.
Finalmente veremos en un tiempo más que los aceites durarán no menos de 150 mil kilómetros y el operador sólo deberá cambiar el filtro de aceite cada 75 mil kilómetros y reponer el aceite que se ha consumido. Esto dará al camión un mayor up time y reducirá fuertemente los costos de mantenimiento. El futuro ya llegó y es de los lubricantes.