La odisea de Clessie Lyle Cummins comenzó con una infancia nómada llena de aventuras y lecciones difíciles. Eso lo preparó bien para la era dinámica de la rápida industrialización en América cuando todo parecía alcanzable para los que se lo propusieran. Sin embargo, el éxito requirió de suerte, buena planeación y a menudo la sabiduría de mentores que forman y estimulan mentes curiosas. Él recibió todo esto. También ser genio fue una carga.
Esta personalidad única con nombre único llegó al mundo el 27 de diciembre de 1888, como el primer hijo de una familia joven en una granja en Indiana.
Los talentos inventivos de Clessie surgieron mientras vivió en dos pueblos de Ohio entre las edades de 11 y 15 años. “Nací con una ansia por las cosas mecánicas y no recuerdo un momento en el que no estaba tratando de construir cosas” escribió Cummins.
En los años de 1903 y 1904, cuando la familia vivía en Mount Vernon, Ohio, se abrieron nuevas oportunidades tecnológicas para el hijo mayor, para esos años ya un adolescente. Era la primera gran comunidad con una industria importante que él no había experimentado.
Una empresa reorganizada en 1895 como C. & G. Cooper Company se había convertido en una reconocida fabricante de los inmensos motores a vapor Corliss. Cummins describe sus recuerdos sobre Cooper y su influencia en él: “Tenía que pasar por la planta de motores todos los días en camino hacia la escuela y a la casa de regreso. Verlos dentro de la fábrica y asomándose por las ventanas causó un interés en mí. Así que decidí que yo iba a construir motores más grandes que los de Clarksville”.
A esta edad construyó él mismo su primer motor a vapor y creó una señal de transmisión inspirada en el invento de Marconi que lo conectaba con un amigo que vivía en el lado opuesto al de su casa.
A los 16 años, la familia se mudó a Columbus, Indiana y Clessie decidió no seguir en la escuela. “Quería ser un maquinista y hacer cosas” escribió Clessie.
Para el año 1906 Indianápolis estaba produciendo carros como el Marmon de Nordyke y Marmon y el “American Underslung”. La carrera en ciernes de Clessie Cummins coincidió con este surgimiento de carruajes sin caballos. Su primera participación fue a través de la compañía Reeves Pulley Co. Para finales del año, Clessie consiguió un trabajo en American Motor Car Co., su estancia ahí fue corta debido a una depresión económica en el otoño de 1907.
Clessie Cummins empezó a trabajar como chofer para la familia Irwin, la cual sería pieza clave en su más grande creación.
En 1911 Ray Harroun, un piloto de carreras, que supo de la reputación de Clessie con los motores, le pidió que se uniera a su equipo para una carrera local. Clessie dio sugerencias para mejorar la velocidad del vehículo y el vehículo ganó la primera carrera Indianápolis 500.
En el verano de 1913, Clessie convenció a su viejo empleador, Irwin, para que lo apoyara para abrir un negocio de reparación de vehículos, así nació Cummins Machine Works, la cual prosperó gracias al talento de Clessie.
Para 1918, su trabajo en el taller disminuía y Clessie vio la necesidad de buscar diferentes productos, y la oportunidad de trabajar en su interés mayor, los motores.
Los motores diesel habían dado grandes pasos para 1918 en cuanto a confiabilidad y durabilidad, Clessie adquirió una licencia para fabricar los motores Hvid y con ayuda de Irwin creó Cummins Engine Company.
Cuando el primer motor de cuatro tiempos Hvid/Hercules cobró vida el 26 de Mayo de 1919, su desempeño igualó a aquellos de mayor tamaño que en su momento construía la empresa Evansville.
En los siguientes años, la pasión de Clessie por la calidad y confiabilidad, en conjunto con el liderazgo de J. Irwin Miller ayudaron a Cummins Engine Company a crecer rápidamente, J. Irwin Miller se convirtió en Director General en 1934 y llevó a la compañía al protagonismo internacional durante las cuatro décadas siguientes. En los tres primeros años, la compañía había logrado su primera ganancia, y en tres años más ofrecía la primera garantía de las 100,000 millas de la Industria.
Hoy Cummins es sinónimo de calidad, tecnología, compromiso con el medio ambiente que diseña, manufactura, distribución y construcción los mejores motores; todo nacido de un sueño y la inquieta mente de un genio: Clessie Cummins.