En la búsqueda de una movilidad eficiente

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En la Ciudad de México es necesario mejorar e implementar soluciones inteligentes que respondan a las necesidades de un desplazamiento eficiente


Ante la creciente necesidad de apoyar el proyecto de movilidad eficiente y sustentable diversos organismos se han dado a la tarea de abonar en nuevas herramientas a su favor.

Y desde la perspectiva de Fernando Lozada Islas Representante de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM) en Europa y Sudamérica, experto en transporte y movilidad urbana, para que exista una movilidad eficiente en México es necesario mejorar e implementar soluciones inteligentes que respondan a las necesidades de desplazamiento de la población, reconoció que la Ciudad de México cuenta con uno de los niveles más altos en sistemas de transporte, pero aún falta mucho camino por recorrer.

Y en palabras de Lozada Islas un gran paso consiste en la integración tarifaria, la cual permitiría al pasajero optimizar los modos de transporte. Pese a que en la actualidad el Gobierno del Distrito Federal homologó el uso de las tarjetas de transporte público, es necesario integrar en un solo título de pago el uso de cualquier medio de transporte que requiera un habitante para llegar a su medio de trabajo, escuela o actividades que realice.

“Pero esto va más allá, se busca que se pague por un desplazamiento y no por modo de transporte que se usa. Es decir, si un trabajador o un estudiante utiliza un microbús, el metro y el metrobús para llegar a un sitio, está pagando por tres medios de transporte diferente, sin embargo, la integración tarifaria consiste en que el usuario page por un desplazamiento de puerta a puerta en un determinado tiempo con un solo pago”.

El también profesor investigador de la UNAM explica que con la implementación de este concepto se permitiría, además, optimizar los servicios de trasporte y reducir en gran medida la carga de usuarios en un solo transporte.

“Como tenemos que pagar por cada transporte lo que hacemos es tratar de hacer los viajes lo más largo posibles en un solo transporte a diferencia de la gran mayoría de las ciudades de Europa donde se paga por tiempo, ahí se paga por 90 minutos de transporte en una sola dirección, con lo que se ha logrado mejorar tanto la calidad del servicio como la calidad de vida de los habitantes”.

Añade además que debería existir una homogeneidad en la calidad del servicio, la seguridad y la atención al público prestados por todos los medios de transporte, a fin de que la gente se sienta libre de tomar cualquiera de ellos.

Otro punto que podría fomentar una movilidad eficiente es la información que se les proporciona a los usuarios acerca de los servicios con que cuenta, porque desde el punto de vista del experto la falta de información minimiza el uso de ciertos transportes.

“El derecho a la movilidad no es sólo que haya los medios de transporte, sino que se difunda su existencia y se estimule su uso para que el ciudadano se empodere de los medios de transporte y se mueva cómoda y fácilmente.

Eso contribuye naturalmente a la rentabilidad de las empresas de transporte y a la economía de la ciudad.

Finalmente el experto indica que desde los años 70 persiste una mentalidad generalizada de la movilidad que privilegia el uso del automóvil particular puesto que los gobiernos han dedicado mayor presupuesto a las inversiones en infraestructura para los automóviles dejando al transporte público como una opción sólo para los menos favorecidos. Esta situación ha propiciado que el transporte público sea deficiente y no sea digno de la clase trabajadora, por lo que es necesario hacer un cambio de mentalidad respecto a entender qué significa la movilidad urbana.

“La calidad y eficiencia de la movilidad de las grandes urbes es hoy un factor determinante para fijar los índices de competitividad urbana a partir de los cuales se toman las grandes decisiones de inversión en el universo de ciudades del mundo que luchan por atraer capitales”, concluyó.

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