Hacia finales de 2014 El Poder del Consumidor AC llevó a cabo la tercera versión de la “Encuesta sobre transporte en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México” que busca conocer la percepción de los usuarios ante la calidad de los servicios de las unidades que trasladan a millones de mexicanos en esta zona.
El proyecto tomó en cuenta la opinión de mil 400 usuarios que fueron entrevistados en 14 puntos de gran afluencia de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM): Centros de Transferencia Modal ubicados en torno a los Metros: Cuatro Caminos, Ciudad Azteca, Pantitlán, Chapultepec, Taxqueña, Tacubaya, Buenavista, Rosario, Reyes La Paz, Indios Verdes. También en estaciones del Metrobús y Mexibús como Nuevo León, Las Américas, San Lázaro y Lechería en el Tren Suburbano; áreas en donde a diario se aglutinan altos volúmenes de usuarios en busca de una opción eficaz para llegar a su destino.
La “Encuesta sobre transporte en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México” fue presentada por Omar Gutiérrez Presidente de DINAMIA, la empresa encargada de la investigación, en compañía de Daniel Zamudio, Coordinador de Transporte Eficiente en el Poder del Consumidor.
El estudio contempla: Frecuencia de uso de modos de transporte en donde el 47% de los encuestados utiliza el metro con mayor frecuencia, seguido del microbús/camión con 20%; en opinión del 68% de los encuestados el transporte público es inseguro en su operación, por otra parte el 50% considera al microbús/camión como el peor; sin embargo el 40% considera que el metro es el mejor modo de transporte seguido del metrobús con un 15%.
Sólo 8% piensa que es un servicio barato y apenas el 11% lo considera “rápido” y de forma alarmante el 82% de los encuestados consideran al transporte público inseguro -en materia de robos al interior de las unidades-, el 74% opina que la delincuencia en el transporte público ha aumentado en los últimos años, otro dato que la Encuesta tomó en consideración es el problema del acoso sexual en donde el 46% considera que el metro brinda mayor protección a la integridad, seguido del metrobús con 15%.
Ante este panorama y con base en los resultados, se llega a la conclusión de que el transporte público en la ZMVM ha estado en una etapa de colapso, abandono y deterioro desde hace 20 años. Debemos recordar que en los últimos años tanto en el Distrito Federal como en el Estado de México se ha invertido fuertemente en infraestructura específica para el automóvil particular, lo que ha segregado la inversión en materia de transporte público a pesar de que en sus diferentes modos capta el 80% de los viajes diarios en el área metropolitana.
Otra gran problemática que interactúa con la ausencia de infraestructura para el transporte público es el colapso vial, el cuál ocasiona pérdidas de miles horas-hombre que se traducen en pérdidas económicas y un fuerte golpe a la competitividad de la Ciudad. De la muestra tomada en la encuesta el 41% destina 2 horas o más al día en transportarse, más de la mitad de los encuestados (52%) afirma que los tiempos son excesivos y el 60% opina que en los últimos años el tiempo que invierte en trasladarse ha aumentado.
Por lo anterior, es evidente que se requiere una mejora constante en la prestación del servicio de transporte público masivo (Metro) y de mediana capacidad (Metrobús, Tren ligero). Así mismo, es indispensable el desarrollo inmediato y permanente de nuevas líneas de Metrobús y Mexibús, con el propósito de articular redes que incrementen las opciones de movilidad para los usuarios en las condiciones que a ellos les resultan prioritarias: que les permitan llegar a diversos puntos de la Ciudad a un costo accesible y a una velocidad eficiente.
Pero el desarrollo de estas propuestas, es necesario que vayan acompañadas de políticas públicas que incluyan elevar la calidad de los puntos nodales y articuladores de la ZMVM, es decir los Centros de Transferencia Modal (CETRAMS´s).
Finalmente -y entre otros importantes datos que arrojó la “Encuesta sobre transporte en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México” se encuentran las sugerencias de los usuarios para elevar la calidad del servicio, acciones que requieren de la cooperación de todos los ciudadanos, desde que el operador respete los límites de velocidad y el reglamento de tránsito, así como los usuarios respetar las paradas establecidas, se mantengan limpias las unidades y exista cortesía y respeto de ambas partes.
El camino es arduo, pero con voluntad participativa podremos lograr que el transporte público contenga la calidad, servicio, prontitud, precio y eficiencia que merecemos.