La Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) está siendo afectada por un problema de movilidad urbana insostenible que tiene origen en el crecimiento de la población, la acelerada motorización, el uso indiscriminado de automóviles particulares, combinado con un transporte público inseguro, ineficiente y peligroso.
Lo anterior fue expuesto en el Foro Colapso vial el futuro de la movilidad en la Zona Metropolitana del Valle de México, en donde participaron expertos como Roberto Remes, Director de Ciudad Humana México, Jímena Iracheta Carrol, Especialista en gestión y administración de la ciudad y Carlos Romero Sánchez, Especialista en Urbanismo y Movilidad quienes abordaron el tema desde sus diferentes áreas de expertise.
El tráfico está ocasionando no sólo costos económicos y de competitividad, sino también costos de convivencia familiar, estrés y un impacto en la calidad del aire que respiramos, que generan un deterioro en la calidad de vida de los habitantes de esta megalópolis.
Decisiones del gobierno de la Ciudad de México, e incluso, las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en otorgar a los automóviles para el programa «Hoy No Circula», holograma cero con tan sólo cumplir con el número de emisiones permitidas, sin importar el modelo, han agudizado los ya graves problemas de movilidad y contaminación en la capital del país. Debido a esto y al no contar con un sistema de verificación supervisado y libre de corrupción, el parque vehicular se disparó en aproximadamente 600 mil vehículos en los últimos 8 meses, sobre un total de más de 5 millones que circulan en el área metropolitana.
Sin embargo, el inminente Colapso Vial de la ZMVM nace desde hace décadas atrás y se agudiza con la entrada en circulación de 250 mil automóviles adicionales cada año.ÂÂ Los datos del aumento del parque vehicular en el Distrito Federal dan cuenta de lo que podría estar ocurriendo: se estima que el parque vehicular en 1990 no alcanzaba los 2 millones de vehículos, para el 2008 ya rebasaba los 5 millones, y se calcula que para el 2020 llegarán a 7.5 millones de coches y a 9.5 millones para el 2030.
Además, la velocidad promedio en la Ciudad de México ha sufrido una caída a lo largo de los años: en 1990 los autos se desplazaban a una velocidad de 40 km/hr., para el año 2007 la velocidad promedio fue de 17 km/hr. y hoy en día la velocidad llega apenas a 12 km/hr.
El enfoque del gasto público para resolver los problemas de movilidad ha impulsado un uso intensivo del automóvil en México. En los últimos tres años, el presupuesto de movilidad en las principales áreas metropolitanas del país, destinó más del 65% en infraestructura vial y menos del 35% se ha destinado a transporte público e infraestructura ciclista y peatonal.
Carlos Romero Sánchez, Especialista en Urbanismo y Movilidad, explicó «Hay que cambiar el paradigma de la planeación urbana actual para que tenga como eje central la movilidad sustentable, específicamente el transporte masivo sustentable. Las ciudades que han apostado por aumentar la infraestructura para palear el tráfico, han conseguido justo el efecto contrario. La gestión del espacio público se debe hacer del barrio a las ciudades»
Según datos del gobierno del DF, más del 95% de los vehículos automotores que operan en el Valle de México captan menos del 20% del total de la demanda de transporte. Los automóviles particulares, que claramente predominan entre los diversos vehículos, tan sólo cubren el 16% de la demanda de transporte. Además, el promedio de ocupación por vehículo es inferior a dos personas (de 1.21 y 1.76 personas por automóvil).
Jímena Iracheta, especialista en gestión y administración de la ciudad, comentó que el crecimiento urbano desordenado y disperso, propicia crisis de movilidad en las ciudades, enfatizó: «Es necesaria una plataformaÂÂ estructural que modifique la forma en cómo se han diseñado e implementado las políticas públicas en materia de movilidad y desarrollo urbano. La misma debe permanecer a pesar de los cambios de gobiernos y asegurar la participación de la ciudadanía».
En términos de funcionalidad urbana, un automóvil con sólo una persona ocupa 50 veces más espacio que si esa persona viajara en el transporte público y es altamente contaminante, pues el 84% de la contaminación atmosférica del Valle de México es producido por los automotores (Inventario de Emisiones). En la ZMVM ocurren más de 4 mil muertes al año por enfermedades respiratorias asociadas a la mala calidad del aire, siendo los autos particulares los principales responsables.
Roberto Remes, Director de Ciudad Humana México, declaró como urgentes las siguientes acciones para evitar el caos en la ciudad:
1. Ampliar el metro en las zonas generadoras de empleo
2. Renovar el transporte público con una estrategia de mejoras en la operación y carriles exclusivos
3. Crear nuevos estándares para la renovación de banquetas y estrategia peatonal en torno al transporte público existente
La Secretaría de Medio Ambiente del DF y de Movilidad han apostado por la opción de crear un sistema de transporte público conectado, donde el Metro, trolebuses, Metrobús, taxis y otros vehículos puedan trabajar en forma articulada. Pero los avances en ese sentido han sido muy lentos y los pequeños progresos muestran rápidamente señales de deterioro, particularmente en las líneas del Metro y el sistema de Metrobús.
Es evidente que las políticas públicas deben ser canalizadas a más inversión en transporte público de calidad, reduciendo al máximo las inversiones en infraestructura vial nueva si no está relacionada con proyectos de transporte masivo o movilidad no motorizada. Gestionar la movilidad exige laÂÂ implementación de políticas integrales que fomenten una movilidad urbana sustentable, que contemple medidas para racionalizar el uso del automóvil privado y que como alternativa se ofrezca un transporte público rápido eficiente, cómodo y accesible.