Argentina y Brasil son los dos países con la más importante industria carrocera de buses en Sudamérica

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altIniciemos recordando que en Argentina se inventó el llamado Colectivo, un bus carrozado sobre un chasis de camión. El Colectivo así llamado es parte de la historia de Argentina, un país con distancias muy grandes y con la necesidad de conectar las distintas provincias de este.


En este marco, la ciudad de Rosario es el polo productor de los buses foráneos o de larga distancia. En esta ciudad, la segunda de Argentina, se concentran 5 de las más importantes carroceras, históricamente Rosario fue un centro de fabricación de buses foráneos y Buenos Aires de buses o colectivos urbanos.


En la actualidad, las firmas más importantes son Metalsur, Rossi, Saldivia, Nicolo, Sudamericana y Troyano, que tienen una capacidad anual de unas mil unidades, aunque Metalsur es la que tiene la mayor producción con unas 300 unidades anuales de buses foráneos.


Lo importante es que estas empresas se han especializado en buses de doble piso en Argentina, que fue uno de los precursores del uso del doble piso, gracias a la innovación que tuvo en su momento Cametal -hoy Metalsur- a comienzos de los 80 cuando fabricó bajo licencia los primeros autobuses doble piso de la marca Neoplan de origen alemán. Esta novedad por aquellos años sembró la semilla para que en años posteriores los fabricantes de carrocerías se volcaran a los colectivos dobles. Por una sola cuestión, su ecuación económica para la explotación, pues se puede transportar muchos pasajeros, en algunos casos hasta 60, con una alta capacidad de bodega. Esto es lo que buscan hoy las empresas de transporte.


Hecha esta introducción, para poner en foco a los lectores, lo cierto es que en los últimos meses la demanda de autobuses foráneos, ha caído más de un 30%. Esto como consecuencia de la devaluación monetaria que afecta fuertemente a los buses ya que todos sus materiales están dolarizados. También, el enfriamiento de la economía como consecuencia del ajuste cambiario, ha hecho perder pasajeros en los buses foráneos, que se ve agravado aún más por el fuerte aumento del precio de los pasajes.

A esta realidad también hay que sumarle la apertura que nuevamente se ha dado en materia de importaciones, lo que ha permitido el ingreso fuertemente de marcas como Marcopolo, Comil, Caio principalmente; empresas muy fuertes y de las más grandes del mundo. Sólo basta saber que Marcopolo tiene unos 5.500 empleados y produce 30 autobuses diarios. Lo que significa que en un solo mes puede producir casi el 80% de la producción total de Argentina.

En todo el año 2015, habían ingresado a Argentina, un total de 122 unidades provenientes de Brasil, pero en diciembre de 2015, ingresaron 120, más 85 unidades que ya estaban en el mercado hasta junio de este año. Esto representa casi un 30% de las unidades que se pueden llegar a comercializar en un año en este país sudamericano. Y esto es un problema real ya que los buses producidos en el mercado de Argentina son para consumo interno, es decir no exportan. Mientras que las empresas brasileñas sí.

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