En 1989 año de la desregularización del transporte, nace CANACAR

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alt“Inicié en la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR) en 1989, exactamente en el momento en que se detonó lo que se conoció como Desregulación del Transporte, que fue decretada prácticamente en el primer año del gobierno de Carlos Salinas y que incidiera tanto en el autotransporte de carga como de pasaje, lo que dio origen a que nacieran asociaciones como la CANACAR, CANAPAT, la CAMEINTRAM, la CANAERO y se liquida la anterior Cámara Nacional de Transportes y Comunicaciones que agrupaba en una sola cámara a los diferentes modos de transporte.


Antes de eso, en el autotransporte de carga había concesiones -en vez de permisos- y no era fácil entrar a prestar el servicio. El acceso estaba controlado, no había una libertad de acceso al mercado, existían los Comités de Ruta y los Comités de Transporte Especializado, lo que jurídicamente significaba que no cualquiera podría entrar a prestar el servicio, así ellos determinaban quién entraba a prestar el servicio”, señala el Maestro Refugio Muñoz, Director General de la CANACAR.


Con su gran experiencia, el directivo nos refiere que antes de la Desregulación del Transporte existía la obligación de pertenecer a las centrales de servicios de carga que controlaban prácticamente todas las operaciones en las regiones más importantes. Los transportistas individualmente tenían que pertenecer a una empresa en su carácter de permisionarios, no existían los hombres camión, puesto que debían estar integrados a empresas.


Al desaparecer la Regulación, desaparecen las concesiones y se convierten en permisos, a su vez se elimina la obligatoriedad de pertenecer a las Centrales de Servicios de Carga, a los Comités de Ruta y a los Comités de Transporte Especializado. Inicia la libertad para entrar y salir del mercado, pero lo más importante fue que desaparecieron las tarifas oficiales e inicia la libre contratación con base en la oferta y la demanda. También se dio un cambio fundamental en el régimen fiscal en el que tributaba el autotransporte, desaparecen las bases especiales de tributación en materia fiscal y da origen a lo que se conocía como régimen fiscal simplificado.


“Para 1993 nuestro país entra en un proceso de negociación del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLC) y al concluir las negociaciones desaparece la Ley de Vías Generales de Comunicación -que estaba vigente desde los años 40- y se da origen a leyes específicas por cada modo de transporte. En particular en lo que se refiere al autotransporte de pasaje y carga se decreta la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte en General”.


Fue hacia 1996 que desapareció la obligatoriedad de pertenencia a una cámara y ésta se vuelve voluntaria y continúan con su carácter de órganos de consulta de estado,  “seguimos teniendo la obligación como cámaras de representar el interés general de toda la industria, pero un gran reto al que nos enfrentamos fue la transición de un mercado totalmente cerrado a un mercado totalmente liberado como consecuencia de la Desregulación. Posteriormente tuvimos que entrar en un proceso de negociación para ver de qué manera nuestro sector se incorporaba a la globalización y junto con ello hemos enfrentado un gran reto que ha sido el de buscar en este proceso la modernización y profesionalización de nuestro sector. Sumarnos activamente a los procesos de reformas estructurales actuales”.


La naturaleza del transportista es estar en constante transformación, en constante movimiento, en constante cambio -enfatiza el Maestro Refugio Muñoz-, entonces lo que hemos tenido nosotros que ir haciendo en CANACAR es adecuarnos y preparando a nuestros asociados para enfrentar los cambios, al final de cuentas los cambios son inevitables, entonces hay que prepararnos, anticiparnos a los cambios para cuando lleguen entrar en una buena posición y contamos con afiliados que ya van en la tercera generación.


CANACAR ejemplo de compromiso


Francisco Dávila Rodríguez, fue el primer presidente de CANACAR y encabezó el llamado “cuarto de al lado” en las negociaciones del tratado de libre comercio en materia de autotransporte junto con American Trucking Association y la Canadian Trucking Association, formaron la Alianza de Transporte de América del Norte, también promovió la Unión de Crédito del Autotransporte. En 1994 toma las riendas Bernardo Lijzain que es actualmente uno de los transportistas más importantes del país. Posteriormente Miguel Quintanilla representó a los transportistas, seguido de Miguel Gómez, León Flores de Transportes Cuauhtémoc; Tirzo Martinez de Orizaba; Jorge Cárdenas de Monterrey; Juan Carlos Muñoz de Transportes Castores de la ciudad de León; Roberto Díaz de Aguascalientes y Rogelio Montemayor de Monterrey.


Ayer: CANACAR logra que el autotransporte de carga doméstico se reservara para los nacionales como se reservó en Estados Unidos y se reservó en Canadá, si no hubiera sido así seguramente las grandes compañías extranjeras hubieran llegado a avasallar al micro y pequeño transportista mexicano.


Hoy: CANACAR promueve la adecuación del autotransporte en una nueva realidad que se desprende de las llamadas reformas estructurales.


Mañana: “El autotransporte en México inevitablemente se va a convertir en una gran plataforma logística y de transporte de clase mundial en donde tenemos que buscar la complementariedad entre los diferentes modos de transporte, debemos promover una política inter y multimodal que promueva la interrelación de los diferentes modos de transporte para que cada uno explote su competitividad”, finalizó Refugio Muñoz.


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